Supongamos que tras haber meditado bien tus metas decides cambiarte de trabajo. Puedes lanzarte a la búsqueda de dos formas. Con un enfoque pasivo, leyendo la sección de anuncios del periódico, enviando tu currículum y luego esperando la respuesta, o dedicándote a mandar tu currículum a agencias de colocación y a esperar el resto del día a que alguien llame. Tal vez así consigas un trabajo maravilloso y bien pagado, pero el porcentaje de probabilidades está en tu contra. O con un enfoque activo que es más agresivo da mejores resultados.
PASOS PARA UNA BUSQUEDA DE TRABAJO EFECTIVA.
1. Planea tu estrategia completa. Aprende el arte de buscar trabajo y de escribir un curriculum.
2. Descubre en dónde están en realidad los empleos, aparte de leer los anuncios y de visitar las agencias de empleo, no pases por alto las asociaciones comerciales, las organizaciones profesionales y los centros de empleo de tu universidad.
3. Domina el arte de quedar bien en las entrevistas, practica las posibles respuestas a distintas preguntas tales como ¿Llevas 6 meses sin trabajo?, ¿Por qué te despidieron?, ¿Por qué te saliste de tu último trabajo?, ¿Cuáles son tus metas? etc. Utiliza una grabadora, escucha tus respuestas y trata de perfeccionarlas, o ensaya la situación con un amigo, la retroalimentación que consigas te hará pulir tus respuestas.
4. Acércate de un modo directo a tus posibles jefes. Descubre a la persona adecuada en el lugar en el que te gustaría trabajar, e intenta concertar una cita, es mejor si puede arreglártela un amigo, pero no es necesario, tu puedes solo.
5. Aprende de la empresa que te está entrevistando: ¿Qué productos fabrica? ¿Cuántos empleados tiene? ¿Dónde está su Casa Matriz? ¿Y su Planta? Al saber ésto vas a hacer preguntas inteligentes a la hora de las entrevistas, y aparte que vas a dar muy buena impresión. La mayor parte de las personas cuando las llama alguna empresa a entrevista llegan desorientados y no saben absolutamente nada de la empresa que las está entrevistando.
6. Anota todo lo que hayas platicado en la entrevista con el nombre de la persona que te entrevistó, para que cuando tengas una segunda o tercera entrevista semanas más tarde no hayas olvidado lo que trataste en las anteriores. Seguramente te lo preguntarán.
7. Si te niegan un puesto para el que tú sabías que embonabas como anillo al dedo, pregúntales por qué no te dieron la oportunidad. La retroalimentación que recibas puede ser muy valiosa.
Autor: Alba Alamillo